Maserati
hace coches de por sí bastante brutales y rápidos, pero hay clientes
que quieren ir un poquito más allá, y justo ahí es donde aparece DMC
para darnos ese extra de locura que a veces demandamos.
Lo que ha hecho DMC no se limita a pintar el coche y
ponerle accesorios aerodinámicos, sino que también han mejorado el
motor dándole 148 CV más de potencia y aumentando el par motor en 82 Nm,
por lo que la bestia es aun más bestia.
Las ruedas también se han cambiado
para ir acorde con la nueva potencia, así que ahora tocará sacar algún
billete más para pagarlas, ya que hablamos de que en la parte trasera
calza unas descomunales 305/30R21.