La crisis afecta a todos los sectores, y posiblemente el del automovilismo
es uno de los más perjudicados por el simple hecho de que a menos
dinero, menos compradores y por tanto menos recaudación para crear
nuevos modelos.

El grupo Volkswagen es el propietario de Lamborghini y Bentley,
marcas que tenían pensado sacar sus nuevos SUVs en un plazo de tiempo
relativamente corto, pero parece que ese plazo se va a alargar debido a
la crisis que vivimos en tierras europeas.

No es una buena noticia, pero es algo lógico si tenemos en cuenta lo
que cuesta poner en los concesionarios un coche desde cero, y más aún si
hablamos de uno de lujo y alto rendimiento.