Aunque a día de hoy la marca tiene más de 13.000 reservas confirmadas (que se traducirán en ventas más adelante) del nuevo Tesla Model S,
no son buenos tiempos para la compañía estadounidense. Es más, viendo
el complicado panorama que le espera para los próximos meses, se han
visto en la obligación de revisar a la baja sus previsiones de
facturación para este año 2012.
Según los objetivos de Elon Musk, CEO de Tesla, la idea era llegar a un nivel de producción de unas 5.000 unidades para este año, lo que se traduciría en una facturación aproximada de unos 600 millones de dólares.
Sin embargo, la marca lleva ya un retraso de cinco semanas de
producción. A este ritmo no alcanzará dicho objetivo de ninguna de las
maneras.
Por ello, Musk ha dicho que actualmente la previsión de facturación que se han fijado como objetivo para este año en Tesla es rozar los 450 millones de dólares.
Todo lo que sea inferior a dicha cifra será un fracaso aun mayor. Tras
hacer oficial estas cifras, las acciones de la marca se han resentido en
bolsa pero en definitiva, no tenemos que alarmarnos en exceso.
Muchas
marcas han anunciado en los últimos meses una reducción de producción o
una reorganización de la misma en otras plantas para reducir costes y Tesla
no tiene porqué ser menos. Mientras puedan mantener la calidad final de
sus productos como hacen a día de hoy, todo irá sobre ruedas. Sin
embargo, hay una cifra que me gustaría recordar antes de finalizar esta
noticia.
A día de hoy, Tesla sigue teniendo un balance de 670 millones de euros de pérdidas. Una cifra insostenible al largo plazo.