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La marca de los microurbanos no cesa en su búsqueda del 'urbanita' perfecto. Smart presentará en el Salón de París el Smart forstars,
un prototipo eléctrico que anticipa el futuro de la marca con sus
líneas y que posee unas cualidades que lo hacen perfecto para amenizar
en compañía las noches en la ciudad.



El 'concept' Smart forstars es un SUC (Sports Utility Coupé)
eléctrico. Con unas medidas de 3.550 cm de largo, 1.710 de ancho y 1.505
de alto, este prototipo cuenta con una estética parecida a la del Smart for-us (un 'pick-up' que ya equipaba propulsión eléctrica y que fue presentado en el Salón de Detroit de este mismo año). El nuevo Smart forstars
luce, a diferencia del anterior, una especie de cejas en sus faros que
le otorgan una mirada algo más simpática, monta unas generosas llantas
de 21 pulgadas y un tono rojo para los paneles de su carrocería, que
contrastan con el negro mate de la robusta célula del habitáculo.



El Smart forstars utiliza el mismo motor que el Smart Brabus electric drive,
que desarrolla 60 Kw y un par máximo de 135 Nm. Utiliza la carga de sus
baterías de ion-litio, capaces de almacenar hasta 16.7 kWh y que pueden
ser rellenadas enchufándo el Smart a un enchufe convencional. Su
velocidad máxima es de 130 km/h.



Las novedades más vistosas del Smart forstars se encuentran en
su carrocería y habitáculo. El nuevo trabajo de la firma ha aumentado
la distancia entre ejes en 603 mm. Sigue alojando únicamente a dos
ocupantes, pero su maletero pasa de ser testimonial a ser útil -incluso
el asiento del acompañante se puede desmontar para dar cabida a bultos
de gran tamaño-.



El interior del Smart forstars, de líneas algo vanguardistas,
prescinde de espejo retrovisor. En su lugar encontramos un soporte donde
conectar el 'smartphone', que recibe la señal de la cámara trasera, con
la que se puede vigilar lo que ocurre por detrás del coche. También
sirve para enviar las imágenes o archivos que se reproduzcan en él hasta
el proyector que se ha instalado en su capó. Basta con situarnos
delante de un muro -a ser posible de colores claros- y el Smart forstars pasará a ser un 'cine ambulante'. Del sonido se encargan unos altavoces situados tras sus puertas.



Además, si uno se cansa de ver películas, se puede dedicar a contemplar las estrellas a través de su techo acristalado.